¡Enamórate de ti misma!

Tantas veces buscamos afuera las cosas más importantes en la vida, particularmente el amor. Nos enfocamos en hacer felices a aquellos que nos rodean y nos olvidamos de querernos. Creo fielmente en todo el movimiento de “Love Yourself”, siempre hay que recordar que eres la persona más importante en tu vida. Pero muchas veces, aún cuando nos amamos, tomamos decisiones o actitudes que nos perjudican. ¿Si de verdad te amaras estarías en una relación que no te hace feliz? ¿aceptarías situaciones laborales que te quitan tiempo para estar con tu familia? ¿comerías de forma inconsciente, haciéndole daño a tu cuerpo?

Tienes que tratarte a ti mismo como lo haces con las personas que amas. Como madre, veo actitudes hacia mí misma que no tendría con mis hijos. Porque amar a tus hijos implica tomar las mejores decisiones para que tengan una vida plena. Eres más consciente porque quieres que se alimenten bien, que duerman lo suficiente, que encuentren su pasión y, sobre todas las cosas, que sean felices. ¿Cuántas cosas dejaríamos de hacer si nos tratásemos con el mismo amor que le damos a nuestros hijos? A veces estamos tan enfocados en amar a quienes nos rodean que dejamos el amor propio para después. No te alimentas bien, vas retrasando la idea de comenzar a ejercitarte, te acuestas a dormir con el maquillaje puesto, trabajas hasta altas horas de la noche… 

Creo que hay que tomar consciencia de estas cosas que nos hacen daño y estar más compenetrados con nosotros mismos; hay que hacer una conexión real entre lo que dices, piensas y haces. Es la forma de lograr que todo en tu vida esté integrado, que tus acciones sean coherentes con tus sentimientos y tu amor. 

Cuando te amas de verdad, entiendes que te tienes que cuidar y proteger. Tanto física como emocionalmente. A veces somos demasiado duros con nosotros, nos agredimos mentalmente con pensamientos. Estamos constantemente juzgándonos, privándonos de hacer cosas o recriminando errores. No sólo puedes amarte en los días en los que logras cosas increíbles y sientes que te puedes comer el mundo; tienes que hacerlo aún más cuando te equivocas o no logras aquello que estaba al principio de tu lista de prioridades. Debemos permitirnos equivocarnos, pero siempre con la convicción de que apuntamos a mejorar un poco cada día. 

Hay un dicho que reza “No puedes verter de una taza vacía”. Para que todos los que te rodean se encuentren bien, tú tienes que sentirte bien y estar al 100%. Poner el amor primero hacia ti es importantísimo para luego poder compartirlo con las personas que amas. Comenzar a amarte puede ser tan sencillo como tomar más agua, dedicar más tiempo para ti y tu familia o incluso permitirte un pequeño gusto que se salga de la dieta. Todo se trata de tener un balance en la vida y las cosas que haces. Recuerda siempre que, como mujer, como madre, como esposa, eres una persona valiosa y tu bienestar se convertirá en el bienestar de aquellos que amas. 

Hoy te invito a trabajar en el diálogo interno contigo mismo. Así como el amor nos permite aceptar a las personas que nos rodean, tenemos que dar ese paso hacia nosotros mismos. Poner en la balanza cuánto te valoras y te amas. Hay que convertirnos en nuestra propia fuente constante de amor, poniendo energía en la relación que mantienes contigo. El amor propio te da la fuerza y el coraje para probar cosas nuevas y perseguir tus sueños, porque estás segura de que sin importar cuál sea el resultado, te amas profundamente.

¡Este día de San Valentín comienza amándote!