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¿Cómo lograr el bronceado perfecto?

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A quién no le gusta lucir un bronceado saludable, duradero y uniforme después de unos días de descanso. No hay nada que te dé más glow que una piel brillante y con un color dorado. Sin embargo, debemos hacerlo de forma consciente para cuidar nuestra piel al máximo, evitando manchas oscuras o daño solar. No se trata sólo de vernos bien, sino de hacerlo de una forma que mantenga a nuestra piel hidratada y saludable.

Nuestra piel es el órgano más grande que tenemos y la exposición prolongada al sol puede resultar en manchas o quemaduras que fomentan su envejecimiento prematuro. Sin embargo, disfrutar de forma responsable el sol puede traer muchos beneficios. Por ejemplo, algunos minutos de sol diario nos ayudan a aumentar los niveles de serotonina y promover la fijación de vitamina D, que es increíble para nuestros huesos, dientes, piel, cabello y uñas.

Como todo, se trata de balance, y de disfrutar al máximo los días soleados dándole extra amor y cuidado a nuestra piel. ¿Qué puedes hacer para que tu exposición al sol sea lo más segura posible? Sigue estos consejos fáciles para prepararte y proteger tu piel y tu bronceado.

Alimenta tu bronceado

Primero debemos empezar por preparar nuestra piel. Una dieta saludable que incluya frutas y verduras frescas, especialmente aquellas ricas en vitamina C y flavonoides, puede ayudar a proteger tu piel y reducir el riesgo de manchas mientras disfrutas del sol. Los alimentos ricos en betacaroteno como las zanahorias, las batatas y el kale también pueden ayudarte a lograr un bronceado que no queme tu piel.   Nuevos estudios han descubierto que ciertos alimentos aumentan el SPF natural de la piel. Por ejemplo, un antioxidante que se encuentra en los tomates y las guayabas puede aumentar la protección solar en un 33 %. El té verde es otra excelente opción para proteger la piel y mantenerte hidratada. Lo ideal es incluir estos alimentos en tu dieta al menos dos semanas antes de tus días de sol. 

Prepara tu piel

Preparar tu piel antes de salir al aire libre puede ayudar a que tu bronceado dure más. Lo principal es mantener tu piel hidratada, aplicando una loción corporal al menos una vez al día. Intenta exfoliar tu piel la semana antes de broncearte, esto te ayudará a eliminar las células muertas de la superficie y evitará que tu piel se descame. Puedes hacerlo de dos formas: frotando la piel con una toalla pequeña mientras realizas movimientos circulares o utilizando algún exfoliante en la ducha. 

Protégete con antelación 

Nada de lo que apliques sobre tu piel puede mejorar la producción de melanina, el pigmento que nos da un tono dorado. En cambio, tomar suplementos de beta-caroteno con antioxidantes puede ayudarnos. Aunque esto no significa que no vamos a usar protector solar, este tipo de suplementos como Heliocare aumentan las defensas naturales de la piel contra los rayos UV y mejoran nuestra capacidad de obtener un bronceado uniforme y saludable. Puedes comenzar a tomar 1 cápsula diaria dos semanas antes y después de tus vacaciones.

Haz un horario de sol

¿Sabías que nuestro cuerpo tiene un límite de bronceado? Esto significa que después de 1 o 2 horas al sol, ya no producimos más melanina, por lo que seguir exponiéndose a los rayos UV solo dañará nuestra piel. Pasar todo el día junto a la piscina no nos dará un mejor bronceado, lo que estamos haciendo es deshidratar la piel y causar quemaduras. Lo ideal es usar las primeras horas del día o aprovechar el sol al final de la tarde para broncearnos.   Una buena idea es tomar pausas del sol. Puedes recostarte bajo una sombra y disfrutar de un buen libro mientras le das un descanso a tu piel, quien te lo agradecerá. Mantente hidratado tomando agua y consumiendo alimentos hidratantes, como frutas picadas.

No olvides el protector solar

Es un mito que el bloqueador solar previene el bronceado por completo. Aunque el protector solar brinda protección contra los daños que causan los rayos del sol, aún existe la posibilidad de que obtengas un color saludable en la piel. Siempre use un protector solar con protección UV de amplio espectro, a prueba de agua y de 30 SPF. Esto nos brindará suficiente protección para bloquear los rayos UVA y UVB, pero no evitará que te broncees. Aquí encontrarás una lista de mis protectores solares favoritos.

Recuerda que también debes proteger tus ojos utilizando lentes de sol con protección UV y un lipstick o bálsamo labial con SPF. También puedes agregar un spray solar en tu cabello, un área que siempre olvidamos al cuidarnos del sol. 

Mantén tu bronceado

Luego de obtener tu bronceado ideal, vas a querer lucirlo durante semanas. Para un bronceado duradero es particularmente importante consumir mucha agua, y mantener una rutina completa de hidratación para la piel. Elige Body Butters con aceites hidratantes para la noche y lociones con ácido hialurónico durante el día.   Es importante calmar la piel para evitar la formación de manchas o inflamación. Busca productos naturales como el aloe vera y que no contengan alcohol. También debes evitar las duchas muy calientes pues esto despoja a la piel de sus aceites naturales y hace que se seque, resultando en una piel escamosa. Una piel hidratada también significa que ese color dorado que deseaste durante tanto tiempo se mantendrá.     Un tiempo fuera de la rutina siempre es útil para recargarte de la energía necesaria para continuar. Utiliza este momento para conectarte con tu esencia y con la naturaleza. Relájate, medita, lee un buen libro, disfruta el tiempo con tus seres queridos y permítete ese tiempo de descanso. De esta forma obtendrás un bronceado y una energía llena de glow.


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