La nueva experiencia digital en la moda

Lila Moss abre el desfile de Miu Miu SS21, escuchamos a lo lejos una multitud que vocifera y aplaude. Moss camina por la pasarela hacia un hall que se siente como una versión futurista y chic de un estadio deportivo, pero no hay nadie. El show, transmitido desde Milán, ha cambiado su audiencia por paredes color rosa brillante cubiertas de pantallas con los rostros de nuestras Miu Miu girls favoritas, editores de moda y algunas influencers que ven en vivo desde sus hogares. ¿Es este el nuevo estándar para la moda en los tiempos de COVID?

La Semana de la Moda de París, junto con Londres y Milán, han demostrado que no existe una solución única para las pasarelas y los desfiles de moda durante una pandemia. La transmisión en vivo se ha vuelto fundamental para las marcas; permitiendo que los compradores, gerentes de marca y editores puedan ser partícipes de las pasarelas desde la seguridad de sus países de origen. Balmain fue un gran ejemplo de ello, con un espectáculo dividido entre un público en vivo y sillas con pantallas, para quienes no pudieron viajar a París. Y si bien algunas de las casas de moda más reconocidas aún tuvieron shows en vivo, como el clásico Chanel Runway en el Grand Palais de París o las escaleras oníricas cubiertas de pantallas verdes de Luis Vuitton; muchos diseñadores optaron por una forma más íntima de mostrar sus colecciones Primavera Verano 2021.

Balenciaga, Schiaparelli y Giambattista Valli, por ejemplo, tomaron el camino del video, mostrando propuestas deslumbrantes en las calles desiertas de París o la intimidad de sus talleres. Pero también se ha reinventado el aspecto que debería tener una colección y cómo compartirla con los entusiastas de la moda. Existe un conflicto muy evidente entre los diseñadores; sentir que deben aportar algo que nos haga aspirar a nuevos días sin dejar de estar en contacto con nuestra realidad actual. Elie Saab fue un gran ejemplo de esto, presentando una colección muy emocional que “aspira a la paz” después de que la Boutique Saab fuera devastada por la explosión que vivió Beirut a principios de este año. Moschino nos cautivó con una pasarela de marionetas, creando un espectáculo delicado y femenino con reminiscencias a una casa de muñecas. Jhon Galliano de Maison Margiela reveló un film artístico y lleno de misterio, que constantemente cortaba al proceso del diseñador y permitía a los espectadores tener una idea más íntima de la colección y el proceso creativo de Galliano.

Estos nuevos medios, a diferencia de los desfiles tradicionales, parecen una gran alternativa para frenar el acelerado ritmo que ha experimentado la moda en los últimos años. Muchas marcas de alta costura han reducido el número de colecciones anuales de seis a dos; ahorrando dinero y volviéndose mucho más sostenibles. Las reuniones de Zoom y los shows transmitidos en vivo están reduciendo significativamente la huella de carbono de la industria. Ya no es necesario volar de Milán a Nueva York solo para discutir la última colección o hacer un showroom de las últimas piezas. Las marcas más pequeñas están surgiendo con propuestas nuevas y atrevidas, sin necesidad de competir con los presupuestos millonarios de los grandes conglomerados.

Este año la moda comenzó a entender cómo adaptarse a las necesidades de nuestro mundo. Es la era del Instagram en vivo. Ya no tenemos que esperar a la publicación de un September Issue para descubrir las últimas tendencias de la moda, podemos visitar una boutique a través de la realidad virtual y comprar con solo un clic. ¿Cómo atraer a la gente cuando hay tantas propuestas que pueden conseguir en segundos? La respuesta es creando experiencias únicas. Vivimos en un mundo acelerado, si, pero lo que en realidad buscamos son conexiones más significativas. Nos volvemos más conscientes, pedimos más de la moda. Estamos ansiosos por experimentar algo honesto, algo real.

Esta nueva era digital de la moda nos está conectando más y dándole acceso a todos. 90.000 personas pueden ver la misma pasarela desde cualquier parte del mundo. Nos podemos sumergir en la increíble experiencia de cómo nace una colección, cómo es el proceso creativo de nuestros diseñadores favoritos. Está retando a todos los creadores a explorar nuevos medios que elevan el arte. Los diseñadores nos están abriendo su intimidad, permitiéndonos apreciar las cosas que los inspiran. Esta pandemia nos ha enseñado a mirar hacia adentro, a apreciar las pequeñas cosas: nuestros hogares, nuestras familias, la naturaleza que nos rodea. Ahora la moda nos está permitiendo desarrollar una relación íntima con la ropa que amamos. Y aunque algunos se quejarán de que la moda debe experimentarse en vivo para comprender realmente la magia de ciertas piezas, estamos ganando mucho más.