¿Qué es más icónico y representativo de nuestra vida
cotidiana que una camisa blanca y un par de jeans?
Muchas veces al mirar el closet sentimos que no hay nada que ponernos. Puedes tener decenas de combinaciones, estilos y tendencias entre tus prendas favoritas, pero tienes la sensación de que nada te queda bien. En estos casos no se trata de la ropa que usamos, si no de lo que queremos comunicar a través de nuestro estilo. La moda es un lienzo, la forma más extraordinaria de expresar quienes somos, cómo queremos que nos vean y qué queremos alcanzar en nuestras vidas. Una crisis de guardarropa esconde detrás una crisis de identidad que nos impide entender cómo queremos ser percibidos. Acumular tendencias no servirá de nada cuando lo que queremos es retomar el poder de nuestra expresión e identidad. En esos momentos no podemos hacer otra cosa que volver a los básicos y construir desde cero lo que queremos comunicarle al mundo. Y hay algo que puede ayudarnos: la camisa blanca, un aliado indispensable en el closet.
Versatilidad, ante todo
Esta prenda tiene muchísima historia y a través del tiempo ha demostrado que siempre habrá para ella un lugar en nuestros armarios y en nuestra vida. Las grandes mujeres de la moda la hicieron un ícono en el siglo XX, adaptándola a su personalidad a la hora de vestirla. Ideal para todos los estilos, es una pieza atemporal y elegante. Siempre intento tener una camisa blanca en mi closet para aprovechar al máximo su uso. Es una de esas prendas que puedes combinar de infinitas formas y usar durante todo el año, temporada tras temporada. Esto significa además que es una opción muy sustentable pues nunca pasará de moda.
¿Cómo elegir la camisa perfecta?
Una camisa blanca de algodón de buena calidad es siempre una gran inversión cuando se trata de moda. Esta pieza combina con todo; ya sea para un estilo de negocios, un outfit formal o un look casual. Hay algo eterno en su simpleza que permite aprovecharla al máximo. Por eso, a la hora de elegir la camisa blanca perfecta para ti lo mejor es optar por un corte recto que se adapte a tu figura. Busca un tono de blanco que favorezca tu color de piel, prefiriendo en algunos casos tonos como marfil o perla. Asegúrate de mantenerla clásica, con mangas rectas y botones discretos para que sea realmente versátil.
COS | Tommy Hilfiger | GAP | Eileen Fisher | Ralph Lauren
Tips para aprovecharla al máximo
Ahora que tienes la camisa blanca perfecta, ¡es hora de ser creativo a la hora de vestirla! Una de las mejores cosas, es que esta pieza combina magníficamente con cualquier otro color que tengas y es ideal para combinar, haciendo que los accesorios sean el centro de tu outfit. Algunas de mis combinaciones favoritas son:
Con un par de jeans o pantalones skinny. Puedes estilizarla con un medio pliegue al frente, al estilo del french tuck. Este outfit es súper versátil porque con solo cambiar el calzado de sandalias o sneakers a unos tacones puedes ir de un estilo casual a algo más impactante.
Combinada con una minifalda puedes crear un efecto oversized increíble, u optar por una falda midi con corte en “A” que te hará ver más elegante y lista para divertirte. Al combinarla con accesorios y tacones metálicos y tendrás un look perfecto para el día y la noche.
Juega con las dimensiones de tu camisa y cambia de estilo incorporando un cinturón, anudándola al frente, subiendo las mangas o abriendo los botones para un ajuste mucho más suelto.
Como puedes ver, la camisa blanca es un clásico que nunca pasará de moda. Las posibilidades son infinitas y puedes jugar con cientos de looks y opciones para usarla de forma innovadora y adaptarla a tu estilo y personalidad.