Muchas veces como mujeres queremos sentirnos invencibles y capaces de lograrlo todo. Administrar nuestro hogar, ser buenas madres, sobresalir en el trabajo, tener una vida social activa. Además, hacerlo mientras mantenemos felices a todos. Pero la realidad es que, para muchas de nosotras, es complejo lograr estos objetivos si no aprendemos a pedir ayuda.
Sin embargo, como mujeres sentimos que para demostrar nuestro valor de alguna manera tenemos que hacer todo por nosotras mismas. Esto sumado a la dificultad de poner límites y decir que no es una receta para la frustración. Es momento de dejar se sentir que tenemos que ocuparnos de todo o que el pedir ayuda es una admisión de debilidad. Aprender a pedir y aceptar ayuda es quizás una de las mejores habilidades que podemos desarrollar.
¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?
La razón principal es el miedo. Buscar ayuda puede sentirse como una tarea complicada y usualmente terminamos desestimando el problema para evitar afrontar la situación. Nuestros miedos funcionan como obstáculos para levantar la mano: miedo al fracaso, a no parecer perfectos, a no ser necesitados, a ser percibido como débiles, o de alguna manera ser insuficientes. Sin embargo, pedir ayuda no disminuye nuestro valor ni significa que no somos buenos. Se necesita una gran fortaleza para admitir que tenemos debilidades y no podemos con todo.
¿Cómo aprender a pedir ayuda?
Nadie logra grandes cosas sin una red de apoyo, basta con mirar las dedicatorias de libros o los discursos de aceptación de premios. Hay innumerables personas detrás de cámara que aportan sus habilidades, conocimientos y experiencias para impulsar a otros. Los seres humanos dependemos unos de otros para aprender y crecer. Estos son los primeros pasos para aprender a pedir ayuda:
No hay nada de qué avergonzarnos si necesitamos pedir ayuda. Es lo que hacen las mujeres fuertes; conseguir el apoyo de los demás con el fin de maximizar sus propios recursos. En los buenos tiempos, pedimos ayuda para compartir nuestro éxito. En tiempos difíciles, pedimos ayuda para retomar nuestro camino. Nadie nos está juzgando, porque para quienes te rodean es importante verte crecer y saber que eventualmente tú estarás allí para apoyarlos. No pedir ayuda es ponerle límites a nuestro progreso.
No permitas que el miedo se convierta en una barrera en tu vida. Encuentra tu propia fuerza, confía en tu red de apoyo y aprende a pedir ayuda.
Muy interesante ! Adapto a nuestros tiempos ! El pedir ayuda está relacionado con la modestia , es reconocer nuestras limitaciones y saber en qué momento necesito de la mano del otro.
Yo trabajo como Maestra en psicología positiva y me doy cuenta la importancia que tiene esto en el ser humano y el enriquecimiento que genera en todas las áreas de nuestra vida.
Gracias por compartir 💖
Me encantó! Es súper nutritivo y eficaz, hablar de lo vulnerable que somos, que siempre vamos a necesitar ayuda, desde que nacemos nos ayudan y enseñan todos los días algo, siento qué hay que hablar tanto de este tema, por qué involucra La Paz mental, es imposible hacer todo y poder con todo, necesitamos ayuda y debemos buscar maneras y formas de pedir y entender que es lo más normal, sin sentir vergüenza o penar que es una derrota.