Uno de los comentarios que más veo sobre comer saludable es que, en muchos casos, puede llegar a ser sumamente costoso. Sin duda hay ciertas opciones que pueden salir de nuestro presupuesto, como los alimentos orgánicos, los programas de meal planning o las proteínas en polvo. Sin embargo, una alimentación balanceada no tiene por qué ser algo que desajuste nuestro presupuesto mensual.
Tenemos la percepción de que los alimentos nutritivos pueden ser costosos, haciendo difícil seguir una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras. Gastar menos no significa que vamos a sacrificar la nutrición o calidad de nuestras comidas. Hay muchas maneras de ahorrar dinero y seguir comiendo alimentos que nos aportan un gran valor nutricional.
Con un poco de conocimiento y planificación, podemos disfrutar de alimentos nutritivos, comidas variadas y muchísimo sabor sin descontrolar nuestros gastos. Todo se trata de cambiar nuestra perspectiva, informarnos un poco y hacer el esfuerzo de crear un menú saludable que se adapte a nuestro presupuesto.
Comer en casa
¿Sabías que puedes alimentar a una familia de cuatro por el mismo precio que una comida para una o dos personas en un restaurante? Además, las personas generalmente consumen entre un 20 y un 40 por ciento menos de calorías cuando comen en casa.
Si nuestro interés es comer más saludable, debemos estar preparados para pasar algún tiempo en la cocina. A algunas personas les resulta mejor preparar las comidas de toda la semana los fines de semana, mientras que otras cocinan cada día. Al cocinar en casa también tenemos el beneficio de saber exactamente qué ingredientes hay en cada una de nuestras comidas.
Lee más sobre cómo crear un Menú Saludable en Casa
Cambia tu perspectiva
Una vez que hayas planificado tus comidas para la semana, trata de no salirte de la lista de compras. Esto no sólo hará que comprar sea más fácil y rápido, también nos ayudará a evitar las compras impulsivas.
Ahora bien, una vez en el supermercado algo que seguramente sabes es que las grasas, el azúcar, los granos y las papas suelen ser más económicos que la carne, el pescado y los productos frescos. Los lácteos y los huevos están en un punto intermedio.
No dejes de lado es que esos mismos granos, cereales, leche y huevos no solo son muy saludables, sino también una fuente económica de nutrientes claves para nuestra alimentación.
Procesado vs. Natural
Los alimentos procesados generalmente cuestan más que aquellos que preparamos nosotros mismos. Además, en el supermercado hay una gran cantidad de alimentos que son más económicos cuando los compramos en una forma menos procesada.
Los cereales integrales, como el arroz integral y la avena, son menos costosos que la mayoría de los cereales procesados. Además, los alimentos menos procesados se venden a menudo en grandes cantidades y producen más porciones por paquete, lo que nos permite ahorrar dinero.
Compra en cantidad.
Si tu lista de compras incluye nueces o granos, considera comprar en cantidad para ahorrar dinero y mantener la despensa bien surtida. Otras cosas que podemos comprar en grandes cantidades son latas de tomates, atún, garbanzos, frijoles, pasta, arroz, lentejas y papas. Al tener estos ingredientes en casa, podemos hacer platos muy rápidos y saludables sin tener que ir al supermercado todo el tiempo.
Productos de temporada
Cuando compramos frutas y vegetales exóticos o fuera de temporada, estos se han transportado desde muy lejos, lo que no es bueno ni para el medio ambiente ni para nuestro presupuesto. Los productos locales que están en temporada son más económicos y suelen ser mucho más ricos en nutrientes y en sabor.
Además, las frutas y verduras también se pueden comprar por cantidad, y es mucho más económico. Si compras más de lo que necesitas, puedes congelarlos o incorporarlos en tus comidas de la próxima semana.
Enlatados y Congelados
Las opciones congeladas y enlatadas pueden ser alternativas saludables a los productos frescos. Además, impactan menos en nuestro presupuesto y duran más. Muchas verduras y frutas congeladas incluso nos permiten usar lo que necesitamos y almacenar el resto. De esta manera, podemos disfrutar de nuestros favoritos incluso cuando no están en temporada.
Al elegir opciones enlatadas, es mejor seleccionar aquellas que vienen en agua, en vez de aceito o almíbar. Es importante aprender a leer las etiquetas para identificar si tienen azúcar o sal añadidas. Lo ideal es elegir opciones sin salsas para evitar calorías vacías.
En resumen, no es necesario gastar mucho para comer de forma saludable. De hecho, hay muchas maneras de tener una dieta rica en nutrientes con un presupuesto ajustado. Planificar nuestras comidas, cocinar en casa y tomar decisiones inteligentes en el supermercado son algunas de las cosas que podemos hacer para lograrlo.
Recuerda que, al crear un plan de alimentación saludable, no hay una sola opción que le sirva a todos. Siempre podemos probar distintas cosas y consultar a un profesional para ayudarnos. Aún con un presupuesto ajustado, no podemos ponerle precio a nuestra salud.
Mirela siempre sabes como ayudar y dar los mejores concejos tienes toda la razón siempre podemos encontrar occipnes pr llevar una alimentación sana y adecuada a nuestras posibilidades se los digo a los miembros de la familia y al q me pregunta q comprar pr empedar a comer sano en mi trabajo me preguntan mucho y les doy mis mejores recomendaciónes basadas en mi poca experiencias gracias por seguir ayudándonos 🙏❤️🙌🙌🙌🤩👍🍏🍐🍊🍋🍌🍉🍇🍓🫐🥦🥬🥒🥑🫑🥔🍠🌶🥕si se puede 💪🏻