En la búsqueda por encontrar un estilo de vida saludable uno de los elementos más importantes es alimentarse de forma balanceada. Para eso debemos crear un menú que cumpla con algunos requerimientos. Una alimentación balanceada, con la ingesta adecuada de nutrientes, aporta al organismo la energía necesaria para el día a día, fortalece nuestro sistema inmunológico y mejora nuestra apariencia.
Conoce los alimentos
Para escoger adecuadamente los alimentos que incluiremos en nuestro menú ideal, es necesario conocer cada grupo alimenticio y tener esta información presente al momento de elegir nuestras comidas. Los principales grupos alimenticios son:
- Alimentos de origen animal. Como las carnes, pollo y pescado, que aportan las proteínas necesarias.
- Cereales y Tubérculos. Son una fuente de carbohidratos, indispensables para el funcionamiento adecuado del organismo.
- Frutas y Vegetales. Proporcionan vitaminas y minerales ideales para fortalecer el sistema inmune y además contienen fibra lo que favorece el tránsito intestinal.
- Grasas. Una ingesta adecuada de grasas saludables, como las que proporciona el aguacate, es muy beneficiosa porque nos aporta energía y también son fuente de vitaminas.
A la hora de elegir nuestro menú deben estar presentes estos grupos alimenticios de forma equilibrada para obtener el balance deseado en nuestras comidas.
Crea un plan
Aunque puede parecer retador, crear un menú simplemente significa decidir qué te gustaría comer durante la próxima semana y ver los ingredientes que necesitarás para preparar estas recetas. Es mucho más fácil comenzar planificando solo una o dos comidas del día, dejando opciones más rápidas y sencillas para el desayuno o la merienda. Lo ideal es hacer tu plan teniendo en cuenta incluir una variedad de alimentos frescos y coloridos. Al elegir en platos con mucha variedad, estarás bien encaminada hacia una alimentación saludable.
Planifica tus compras
Cuando ya has planificado tu menú, es ideal que dividas cada comida en los ingredientes que necesitas comprar. Una vez que hayas hecho esto para todas las recetas, puedes combinar las cantidades que necesitas de cada ingrediente para facilitar las compras. Haz una lista y no olvides incluir opciones prácticas como huevos, granola y frutas para tus desayunos. Así irás al mercado con un plan definido y evitarás las compras impulsivas, ahorrando dinero en el proceso.
Ahorra tiempo
Prueba dedicar un día a la semana para preparar tus comidas por adelantado. Puedes adelantar la limpieza y cocción de vegetales, proteínas y acompañantes que usarás durante la semana. Se trata de hacer la hora de cocinar un momento práctico donde simplemente eliges tus preparaciones y disfrutas una comida saludable. Uno de mis mayores aliados para el meal preap ha sido la olla de cocción lenta.
Balanceado vs. Restrictivo
Comer balanceadamente no tiene nada que ver con una alimentación restrictiva. Una dieta balanceada incluye alimentos de cada grupo de forma equilibrada aportando nutrientes y energía. Por otro lado, una dieta restrictiva elimina de tu menú cierto grupo de alimentos con algún propósito específico. En muchas ocasiones esta restricción viene por alguna intolerancia o alergia y en otras puede deberse a tratar de perder peso mediante este tipo de dieta.
Recuerda que si estás tratando de perder peso lo mejor será no eliminar ningún grupo alimenticio porque todos son necesarios para una alimentación integral. Puedes optar por incluir porciones más pequeñas, pero sin eliminarlos del todo. Sin embargo, lo más aconsejable será visitar un especialista que te brinde la orientación necesaria en nutrición.
La planificación de comidas puede ser muy efectiva cuando tienes una meta de peso porque te impulsa a decidir exactamente lo que vas a comer durante la semana. Esto te da la oportunidad de decidir el tamaño de tus porciones, contar calorías y evitar la improvisación.
Muy bueno todo apenas leyendo.. son términos que sabemos pero que leerlos te dan impulso..