¿Alguna vez has dejado una manzana picada en el mesón? Lo primero que notarás es que se torna de un color oscuro y comienza a arrugarse. Esto es un ejemplo de oxidación o deterioro causado por los radicales libres, ¡y en nuestro cuerpo está ocurriendo todo el tiempo! Los radicales libres son los causantes de la pérdida de capacidad regenerativa en las células y el envejecimiento prematuro. Pero no te preocupes, existe una solución y por eso hoy vamos a hablar sobre los antioxidantes.
Radicales Libres
Los radicales libres son moléculas inestables que producimos al generar energía y metabolizar el oxígeno. Para estabilizarse, los radicales libres intentan unirse a otros átomos o moléculas, generando un estado conocido como estrés oxidativo. Nuestro cuerpo puede controlar algunos radicales libres y los necesita para funcionar. Sin embargo, cuando existe una sobrecarga de radicales libres a lo largo del tiempo el daño causado por puede volverse irreversible.
¿Por qué debemos protegernos?
Los radicales libres están en todas partes, pero el daño que causan no es evidente a primera vista. El proceso de estrés oxidativo puede dañar el ADN y otras partes de nuestras células, dando lugar al envejecimiento prematuro y cientos de enfermedades. Además, este proceso es acelerado por factores como el estrés, el consumo de tabaco, el alcohol, la exposición a la luz solar y la contaminación. Uno de los síntomas más evidentes del proceso de oxidación es la apariencia de nuestra piel. No olvidemos que es nuestro órgano más grande, por lo que también es vulnerable a los radicales libres.
Los antioxidantes
Para combatir la oxidación y los radicales libres existe un super aliado: los antioxidantes. Los antioxidantes son compuestos producidos en el cuerpo y que además podemos conseguir en los alimentos y otros suplementos. Ellos ayudan a defender las células del daño causado por los radicales libres y previenen o reducen el daño causado por la oxidación. Comer una dieta balanceada es lo principal para ayudar a aumentar los niveles de antioxidantes en la sangre, reducir el estrés oxidativo y reducir el riesgo de estas enfermedades.
Reservatrol
Los arándanos, las fresas y las moras son algunas de las mayores fuentes de antioxidantes. Varios estudios incluso sugieren que los arándanos contienen la mayor cantidad de antioxidantes entre todas las frutas. Las bayas poseen un antioxidante específico llamado reservatrol, que parece afectar los genes que regulan el envejecimiento, permitiendo que las células vivan más tiempo y reduciendo el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y Alzheimer.
Vitamina C
La vitamina C es un poderoso antioxidante que ayuda a fortalecer las defensas naturales del cuerpo y combate la inflamación. Usualmente lo encontramos en frutas y jugos cítricos, como la naranja y el pomelo. Algunos estudios demuestran que consumir más vitamina C puede aumentar los niveles de antioxidantes en la sangre hasta en un 30%. Otras frutas increíbles llenas de antioxidantes y vitamina C son las manzanas, los melocotones, la piña y los mangos.
Flavonoides
Las uvas y el vino tinto también son excelentes fuentes de antioxidantes porque están cargados de flavonoides. Este tipo de antioxidantes ayudan a promover la salud cardíaca y a mejorar nuestra circulación. Por ejemplo, algunos estudios muestran que los franceses tienen tasas más bajas de ataques cardíacos a pesar comer dietas altas en grasa porque beben cantidades moderadas de vino tinto con sus comidas. También puedes encontrar estos flavonoides en el té negro y verde, así como en el chocolate oscuro.
Hasta ahora solo he podido leer dos artículos uno en diciembre de vinos y este hoy. Verdaderamente excelentes. No solo en sintaxis sino en conocimiento. Gracias, súper completos y lo más importante ayudan de verdad a crecer. Feliz tarde.