Muchas personas han aprendido a vivir entregando a los demás el poder y dejando que otros decidan las circunstancias de su vida. Si bien es cierto que hay algunas cosas en la vida sobre las que no tenemos control directo, como el comportamiento de las personas, a menudo tenemos más poder de decisión sobre cómo transcurre nuestra vida de lo que creemos.
Con el tiempo me he dado cuenta que tenemos dos opciones para afrontar la vida: podemos someternos a las circunstancias que nos rodean, o podemos elegir ser los dueños de nuestro propio destino. Dentro de nosotros se esconde todo el poder para tomar acciones positivas y alcanzar nuestras metas, pero debemos ponerlo en práctica a diario.
Al final del día, solo nosotros podemos decidir a qué le dedicamos tiempo y energía. Tenemos la capacidad de elegir nuestros pensamientos, ser nuestra prioridad y crear límites saludables que nos devulevan el control sobre nuestra vida. Si quieres comenzar a ser dueño de tu destino, hoy te comparto algunos tips que te pueden ayudar.
Concéntrate en lo que puedes controlar
A menudo empleamos una gran cantidad de energía tratando de controlar cosas sobre las que no tenemos poder. Al mismo tiempo, solemos descuidar las cosas que sí podemos controlar. Entender esto de la manera correcta hará una gran diferencia en si sentimos que estamos a cargo de las circunstancias de nuestra vida o si somos víctimas de ellas.
Conviértete en tu prioridad
Hace poco hablaba sobre cómo el tratar de complacer a todos los que nos rodean nos hace sentir frustrados. La felicidad proviene en gran medida de la conexión con otras personas y de contribuir a sus vidas; pero la paradoja es que para hacerlo de manera efectiva, debemos asegurarnos de que nuestras necesidades también se satisfagan. Es un acto de equilibrio, en el que debemos primero estar bien para poder ayudar a otros.
Toma responsabilidad en tu vida
La vida puede ser impredecible a veces, pero siempre tenemos la opción de elegir entre actuar y reaccionar ante una situación. Asumir que tenemos capacidad de acción y decisión cambia la forma en la que nos relacionamos con otros y asumimos las dificultades. Si comienzas a ver la oportunidad de aprendizaje en cada reto, aprenderás de la experiencia y te sentirás empoderado.
Abraza los errores
El fracaso es parte del camino hacia el éxito. Es importante cambiar nuestro foco y entender que podemos tomar algo positivo de todas las experiencias. Concéntrate en disfrutar el proceso y trabajar hacia lo que quieres en la vida, dejando de lado el apego a los resultados inmediatos. Perderás mucho más por dejar de intentarlo que por equivocarte.
Establece metas que te impulsen
No hay mejor sensación que de lograr algo que te has propuesto hacer por ti mismo. Sin embargo, es importante establecer metas con un plan de acción y evitar abrumarte con demasiadas cosas. Debemos enfocarnos en lo que verdaderamente deseamos, y dividir el objetivo en pequeñas tareas que nos permitan ver el progreso y mantenernos motivados.