Aprender a poner límites saludables
Publicado por Mirela Mendoza en
A menudo pienso que las mujeres somos superheroínas. Podemos cumplir con muchísimas tareas al mismo tiempo: desde el trabajo y los niños, hasta mantener un hogar y encontrar tiempo para nosotras mismos. ¡Y eso puede ser demasiado exigente! Usualmente estamos tratando de satisfacer las necesidades de aquellos que amamos, y esa necesidad constante de lograrlo todo y complacer a quienes nos rodean a menudo nos deja exhaustas.
Decir "sí" es una herramienta poderosa que puede abrir muchas puertas. Te permite salir de tu zona de confort, comenzar a perseguir tus sueños o vivir una experiencia extraordinaria que te ayudará a crecer. Pero cuando comienzas a decir sí a todo, esta herramienta se convierte en una carga. ¿Cuántas veces quisiste haber dicho "no" a esa segunda cita o a ese proyecto con el que tu jefe te pidió ayuda?
Constantemente estamos respondiendo que sí a distintos favores y peticiones, incluso cuando en el fondo no podemos asumir una tarea más. Queremos ayudar a otros, hacer algo bueno o ascender en nuestras carreras; pero, ¿qué tan productiva puedes ser cuando te sientes constantemente agotada? Es imposible estar disponible para todos, todo el tiempo. Incluso cuando milagrosamente logramos complacer a todos, nos olvidamos de la persona más importante: nosotros mismos.
Siempre digo que para que todo esté bien, primero debes sentirte bien tú. Si no estableces límites saludables, terminas cansada, de mal humor, desmotivada, y a veces hasta enferma. Poner límites es una habilidad que debemos aprender, reaprender y recordar constantemente. A veces, como madres y esposas, tenemos dificultades para mantener los límites a pesar de que sabemos que es lo mejor para nuestras familias. Los niños aprenderán sobre las responsabilidades si les enseñamos cómo ser más independientes. Tu esposo puede ser una gran fuente de apoyo si aprendes a comunicar tus necesidades.
Los límites son una forma extraordinaria de mejorar tu enfoque, productividad e incluso el tiempo que pasas con tus seres queridos. ¡A veces decir no significa que puede pasar un poco más de tiempo con tus hijos, tener un momento de relajación o terminar alguna tarea pendiente! Por eso te comparto algunos consejos que pueden ayudarte a poner límites saludables.
Date cuenta de que tienes derecho a establecer límites
¡No es tu trabajo complacer a todos! Incluso en casa, tienes derecho a decir que no. A veces no puedes cancelar tu reunión o reprogramar esa cita médica. Trabaja en equipo y comunica tus necesidades y planes.
Establece un horario y pide a todos que lo respeten
Asignar un tiempo específico para las tareas aumentará tu productividad. Uno de los problemas con la falta de límites es que terminas enfocándote en demasiadas cosas al mismo tiempo. Si haces un plan para el día, intenta mantenerlo. De esa manera, no terminarás respondiendo correos electrónicos en el supermercado o llegando 30 minutos tarde a la cena debido a una reunión no programada.
Haz tiempo para ti
¡Tu tiempo es valioso! No debes sentirte culpable porque no quieres saltarte un entrenamiento o necesitas una hora para meditar, leer y relajarte. Dedicar tiempo para ti misma es tan importante como tu trabajo o recoger a los niños.
No te recrimines
Si tienes que decir que no, intenta hacerlo de forma respetuosa, haciendo que la otra persona entienda por qué. No seas tan dura contigo misma, recuerda que esta es una forma de mantener relaciones saludables y, al final, será lo mejor para todos.
Recuerda, nada debería impedirte hablar de lo que necesitas y mantenerte firme cuando más lo requieres. Se trata de mantener un equilibrio en tu vida que te permita convertirte en la persona que quieres ser y lograr algo extraordinario.
¿En qué situaciones te resulta más difícil decir NO? ¡Me encantaría leer sus comentarios!
#PowerfulWomen
- Etiquetas: mental health, Mirela Mendoza, PowerfulWomen, salud mental, verte y sentirte bien
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