¿Cómo comenzar en el Gimnasio?

5 consejos para tu primer día en el gym 

La actividad física y una alimentación balanceada son la clave para una vida saludable. El ejercicio no solo nos ayuda a mantenernos en forma y fortalecer nuestros músculos, sino que también nos proporciona salud mental. Después de una buena rutina de ejercicio nuestro cuerpo libera dopamina, endorfinas y serotonina, hormonas que nos proporcionan bienestar. 

Muchas veces puede resultar intimidante ir al gimnasio. Las máquinas, los ejercicios, sentirnos juzgados.  Si bien esto puede parecer un poco abrumador al principio, lo fundamental es celebrar el haber dado ese primer paso hacia un bienestar integral. Si ya has decidido empezar a entrenar en el gym, sigue leyendo porque en este artículo te compartimos consejos y estrategias para sacar el máximo provecho de tu entrenamiento y perder el miedo a tu primer día en el gym. Recuerda que el mejor día para empezar es hoy.

Define tu plan

Una parte fundamental para mantener la constancia es tener claro el plan de acción. Escribe qué días irás al gym, en qué horario y cuántas horas a la semana vas a dedicarle al ejercicio. Definir esto te ayudará a realizar un cronograma y a incorporar esta actividad a tu rutina. Es muy importante que durante las primeras semanas te apegues al calendario, ya que de esta forma irás generando el hábito y cada vez se hará más fácil. 

Establece metas específicas para llegar al gimnasio con una idea clara de cómo quieres organizar tu entrenamiento. Por ejemplo, si quieres aumentar tu resistencia, fortalecer los músculos de un área específica o tonificar. De esta forma será más sencillo asesorarte sobre qué máquinas usar y qué plan de entrenamiento seguir.

Siéntete cómodo 

Ama tu cuerpo y agradécele el haber llegado hasta ahí, reconoce lo que te gusta  y sin juzgarte permítete ese tiempo para lograr los cambios que deseas. Recuerda que estás haciendo esto para mejorar tu salud. Si te sientes muy nerviosa, toma en cuenta que la mayoría de las personas están concentradas en hacer sus ejercicios y muchas, al igual que tú, pueden estar angustiadas tratando de sentir confianza en lo que están haciendo. 

Usa ropa cómoda y calzado deportivo adecuado, hay muchísimas opciones en línea. Una buena malla y sujetador de ejercicio te ayudarán con el soporte y la tela especializada de la ropa de entrenamiento te ayudará a mantenerte fresca. Usar ropa especial para ejercitarse nos ayuda a estar más cómodas y confiadas.No olvides incluir tu envase de agua y una toalla en tu bolso deportivo.

Confía en tu cambio

Cada rutina de ejercicio que hagas te acerca al lugar donde quieres estar y más importante aún, genera bienestar y beneficios en tu salud. Confía en tu proceso y siéntete orgullosa del cambio y camino que estás emprendiendo. El primer paso que damos hacia una meta nos cambia porque significa que ya no queremos quedarnos donde estamos.

Con esta mentalidad será más sencillo ser constante y enfocarte en tu propio entrenamiento. Escucha a tu cuerpo y no trates de extenuarte los primeros días. Poco a poco irás fortaleciendo tu cuerpo y serás capaz de plantearte objetivos más retadores.

Pide ayuda

Generalmente nos cuesta pedir ayuda. Es importante dejar la vergüenza de lado y buscar un profesional que nos explique y supervise nuestra rutina. Esto no solo evita lesiones, además nos asegura estar haciendo el trabajo adecuado para cada grupo muscular. Tener un entrenador resulta motivador, es alguien que te está alentando y dando ánimo a cada paso.

Consulta en el gimnasio acerca de las asesorías que ofrecen y no tengas miedo de pedirle a un amigo que te acompañe a entrenar. Te sorprenderá ver que muchas de las personas que asisten al gym están dispuestas a asesorarte o ayudar si tienes alguna duda.

Mañana será más fácil

Por último recuerda que por muy difícil que haya sido el día, mañana será mejor. No te desanimes ni pierdas la motivación. Aunque probablemente no notes mayores cambios al principio, el esfuerzo que estás haciendo está dando grandes cambios a nivel interno y pronto se notarán. Apégate a tu cronograma, sé constante y cuando el hábito se genere ya será más natural hacer ejercicio y tu propio cuerpo te lo pedirá. 

Felicítate por tus logros y constancia. Después de ser constante la primera semana es más fácil hacerlo la siguiente y así, poco a poco, se convierte en un estilo de vida saludable. Apreciar los pasos que has dado te ayuda a mantenerte motivado y no perder de vista la meta.